Autor: Miguel Gomera (11/01/2014)
Picaña C 0-7 Vinalesa
Que gusto da..., a ver como lo cuento para que no empalague. Siete goles como siete soles, resultado merecido (incluso pudieron ser más, pero bueno) el día era perfecto, solecito, sin aire... quizás un poco tarde, pero algunos no perdonamos el almuerzo, papas, tíos y "afisió" los de siempre vamos, incluido "Coke"que cuando jugamos en domingo viene a casa y nos vamos juntos.
El Míster hoy podía contar con todos, desde el primer minuto el Vinalesa marcó el ritmo, juego directo y de ataque, hoy la verdad es que todo el equipo estuvo a muy buen nivel (incluidos los cambios) en punta Juandi y detrás de él César que parece que ya encontró su sitio, por las bandas Carlos y Frederitch en la media Alvaro (hoy era su cumpleaños, le cantamos y le regalamos esta victoria) y Arnau que hoy hizo un trabajo de contención que no luce, pero es la clave del dominio del juego, en la zaga, Ivan y Xavi en los laterales, Vicent y Marcos de centrales y en la portería hoy Adrián que hizo posiblemente su mejor partido, (empezamos la temporada con tres"porteritos" y la acabaremos con tres "porterazos" el Míster no va a saber a quien poner).
Jugábamos bien y pronto inauguramos el marcador, en un saque de esquina al que como siempre subieron los centrales, marcó Vicent de cabeza, el Picaña se defendía como podía pero el acoso del Vinalesa era asfixiante, recuperaba Arnau y César, Carlos y Juandi triangulaban bien pero no culminaban, fue de nuevo de saque de esquina donde esta vez Marcos tirándose en plancha remato de cabeza al fondo de la red, marcando su primer gol de esta temporada. El Picaña, aunque pocas también tuvo sus ocasiones dos de ellas nos pudieron costar caras pero Adrián con un paradón por arriba y una salida en la que tapó perfectamente la portería se ganó los aplausos de la "afisió".
Con el partido encarrilado (que no ganado, ojo) nos fuimos al descanso, El Míster que como casi siempre no se esconde en el vestuario (salvo si la bronca es muy gorda) hizo su "corro" y corrigió algunos errores, yo me fui a la grada a ver que se comentaba por allí, estaba mi mujer con unos amigos de Picaña y acababa de llegar el padre de Alvaro, me "acojoné", según decían las malas lenguas nos daba mala suerte, pero hoy se demostró que es falso, ya que estando él hicimos cinco goles (creo que para el nuevo año visitó a la bruja Lola y le hizo una "limpieza a fondo").
En la segunda mitad el Picaña parecía que quería remontar el partido y nos apretó un poco más, diez minutos les duró, que te marquen de cabeza los centrales vale, pero que te marquen el tercero y que sea Carlos de cabeza quien gane por arriba a toda la defensa siendo el más bajito del equipo aún duele más, aquí se acabó el Picaña.
El Míster hizo sus cambios, salieron Dani, Ferrán, Jorge y Adrián (todos menos Victor el portero suplente), que cumplieron su papel a la perfección demostrando que se quieren ganar el sitio.
El Vinalesa tocaba como quería, dominaba todo el campo, tuvo ocasiones de todos los colores, el cuarto llegaría después de una jugada individual de físico y fuerza de Marcos al que solo pudieron parar haciéndole un penalti que transformaría Juandi en gol, también marcó el quinto, segundo de su cuenta particular, tras tres remates seguidos del Vinalesa a bocajarro y tres paradas seguidas del portero rival que fue, sin duda, el mejor de su equipo. El Picaña derrotado bajo los brazos, el árbitro, que no tuvo protagonismo no quería prolongar la agonía, pero aún hubo tiempo para dos "chicharritos" más de César (muy merecidos) los dos por el palo corto, que cerraban un resultado de siete a cero en un partido en que el equipo demostró que merece estar entre los mejores.
En la jugada del penalti me quise situar detrás de la portería para sacar unas fotos, cuando llegué allí el encargado del campo del Picaña me dijo "ese diecinueve es muy bueno", yo le contesté orgulloso "es mi hijo"y me fui, no era la primera vez que me lo dicen, pero si la primera vez que me lo dice alguien que no sabe que es mi hijo, no sabría explicar lo que sentí... solo os diré que casi me meo de gusto.
Que gusto da..., a ver como lo cuento para que no empalague. Siete goles como siete soles, resultado merecido (incluso pudieron ser más, pero bueno) el día era perfecto, solecito, sin aire... quizás un poco tarde, pero algunos no perdonamos el almuerzo, papas, tíos y "afisió" los de siempre vamos, incluido "Coke"que cuando jugamos en domingo viene a casa y nos vamos juntos.
Con el partido encarrilado (que no ganado, ojo) nos fuimos al descanso, El Míster que como casi siempre no se esconde en el vestuario (salvo si la bronca es muy gorda) hizo su "corro" y corrigió algunos errores, yo me fui a la grada a ver que se comentaba por allí, estaba mi mujer con unos amigos de Picaña y acababa de llegar el padre de Alvaro, me "acojoné", según decían las malas lenguas nos daba mala suerte, pero hoy se demostró que es falso, ya que estando él hicimos cinco goles (creo que para el nuevo año visitó a la bruja Lola y le hizo una "limpieza a fondo").
En la segunda mitad el Picaña parecía que quería remontar el partido y nos apretó un poco más, diez minutos les duró, que te marquen de cabeza los centrales vale, pero que te marquen el tercero y que sea Carlos de cabeza quien gane por arriba a toda la defensa siendo el más bajito del equipo aún duele más, aquí se acabó el Picaña.
El Vinalesa tocaba como quería, dominaba todo el campo, tuvo ocasiones de todos los colores, el cuarto llegaría después de una jugada individual de físico y fuerza de Marcos al que solo pudieron parar haciéndole un penalti que transformaría Juandi en gol, también marcó el quinto, segundo de su cuenta particular, tras tres remates seguidos del Vinalesa a bocajarro y tres paradas seguidas del portero rival que fue, sin duda, el mejor de su equipo. El Picaña derrotado bajo los brazos, el árbitro, que no tuvo protagonismo no quería prolongar la agonía, pero aún hubo tiempo para dos "chicharritos" más de César (muy merecidos) los dos por el palo corto, que cerraban un resultado de siete a cero en un partido en que el equipo demostró que merece estar entre los mejores.
En la jugada del penalti me quise situar detrás de la portería para sacar unas fotos, cuando llegué allí el encargado del campo del Picaña me dijo "ese diecinueve es muy bueno", yo le contesté orgulloso "es mi hijo"y me fui, no era la primera vez que me lo dicen, pero si la primera vez que me lo dice alguien que no sabe que es mi hijo, no sabría explicar lo que sentí... solo os diré que casi me meo de gusto.
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