miércoles, 25 de diciembre de 2013

Cuéntanos tu historia


Invitamos, es esta sección, a todas aquellas personas que quieran contar alguna experiencia que hayan tenido en relación al club, a que envíen sus escritos, para poder colgarlos en este blog. Nuestra intención es crear un archivo de experiencias vividas que formen parte de nuestro acervo cultural como club en Vinalesa.

Experiencia contada por Francisco Orts:

En abril de 1992 volvimos a viajar a Alemania. En esta ocasión gracias a los contactos realizados el año anterior con Uta Balzer, de la Asociación de amigos de Valencia de Mainz (Maguncia), conseguimos organizar un viaje en el que se logró juntar a dos equipos completos de jugadores (un infantil y otro cadete) y a un gran número de familiares, llenando el autobús que nos trasladó a la ciudad Alemana. ¡18 horas de viaje de Valencia a Mainz!, pero mereció la pena. Los chavales se alojaron en un albergue juvenil con los entrenadores y delegados. Los padres en un hotel de la ciudad. Aun recuerdo el crucero por el Rhin, con aquellos castillos de época, las laderas llenas de viñedos, los pueblecitos típicos de la orilla del rio con sus campanarios alargados. ¡De cuento de hadas! También recuerdo los partidos de fútbol que enfrentaron a nuestros equipos con uno de los clubes de más prestigio de la ciudad. Recuerdo las instalaciones deportivas con campo de césped artificial (estamos hablando de 1992), unos vestuarios de lujo, cafetería y local social con televisión, video y pizarra para analizar los partidos. Todo aquello nos produjo algo de envidia al compararlo con nuestro campo y los vestuarios que entonces teníamos (los antiguos).

Pero, ¡quedamos bien! A juerga no hay quien nos gane. Resulta que para compensar la amabilidad del equipo alemán que nos prestó sus instalaciones para la disputa del partido, se nos ocurrió la idea de cocinar dos paellas para un total de 100 personas (50 que éramos nosotros y 50 alemanes). La materia prima (el agua, el arroz, la carne y la verdura de temporada) la trasladamos desde Vinalesa, bien precintada. Antonia, mi suegra, cocinó las paellas con la ayuda de otros padres, y los alemanes alucinaron. Ahora eran ellos los que sentían envidia. Del resultado de los partidos ni me acuerdo pero las caras de los alemanes después de probar la paella no se me olvidará nunca. Todos querían repetir.   



* Foto de Ramón Aparisi en Alemania dirigiendo al equipo infantil.

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